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Miércoles 12 de agosto, 4:00 p.m.
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En este nuevo encuentro, nuestra directora María Constanza Toquica conversa con las artistas Ana Isabel Díez (Colombia) y Loreto Buttazzoni (Chile), quienes realizaron exposiciones individuales en el Museo Santa Clara, en 2015 y 2017, respectivamente. Las artistas, que trabajan sobre la mujer desde diferentes perspectivas, hablarán con nuestra directora en torno a su experiencia al intervenir la exiglesia y sobre su trabajo y las problemáticas que en él abordan.


Ana Isabel Díez es Ingeniera Electrónica y tiene especializaciones en Administración, Finanzas y Mercadeo; realizó estudios de arte en reconocidos centros de Europa y Estados Unidos. Ha expuesto en diversos museos del mundo como los Museos de Arte Moderno de Medellín, MAMM y de Bogotá, Mambo o el Museo de Coral Gables (USA). En 2015 fue nominada al VIII Premio Luis Caballero con la obra EN-BOLA-ATADOS, que se presentó en el Museo Santa Clara. Su incursión en diferentes áreas del conocimiento le ha permitido expresarse a través de diversos medios y cimentar una visión multidisciplinar de los temas que aborda en su obra artística, principalmente, a través de los vínculos que establece entre paisaje y la violencia de género.

Loreto Buttazzoni estudió Historia en la Universidad Católica de Chile y se formó en artes visuales en Italia, donde estudio restauración de pintura en el Palazzo Spinelli, en Florencia Italia (1998) y en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos (2003). Su obra ha circulado por América Latina, Estados Unidos y Europa. Ha participado en ferias como Pinta en Miami, ArtBo en Colombia, Chaco y en la bienal de Mikonos en Grecia. Expuso en el Museo Santa Clara (2017) la obra Patio Interior, que estuvo también en el EAC de Montevideo. Su trabajo nace de la síntesis de los opuestos, del entrecruce entre pasado y presente. Se enfoca en la unión de oficios manuales asociados al ámbito femenino en la historia de nuestro país y en el resto de Latinoamérica como el tejido a crochet y el modelado en porcelana. Desde tiempos precolombinos tejer ha sido el símbolo de la construcción de la vida paso a paso, también ha sido el testigo silencioso de la vida de muchas mujeres que han puesto sus sueños en estos pequeños espacios construidos punto a punto. Estos objetos domésticos los tiñe y vitrifica en porcelana como una acción simbólica para detener lo perecedero del tiempo en el tejido. El hilado posterior de estos paños una vez vitrificados, funciona como una metáfora de la construcción social. Tejer es una tradición en toda América Latina y ha sido un oficio silencioso que ha conectado anónimamente la vida de mujeres de diferentes clases sociales en el pasado y también en el presente.