Batea para barequeo
Camilla Laorni
Madera tallada, alambre y casquillas de plata con baño en oro
49,3 x 61 x 13 cm
2017
Desde que, en 2013, inició el proyecto de renovación del Museo Colonial y sus salas permanentes, se ha buscado rescatar los saberes tradicionales y oficios que hoy hacen parte del patrimonio cultural colombiano, especialmente aquellos que tienen sus orígenes en las comunidades indígenas ancestrales y que, luego del periodo colonial, siguen vigentes. Así, en 2017, año en que finalizó la renovación, la Universidad de los Andes donó al Museo un grupo de objetos del proyecto Tutunendo, entre ellos, esta Batea para barequeo.
Gracias al proyecto Tutunendo, miembros del Departamento de Arte de esta universidad visitaron diversos puntos de Chocó, departamento del pacífico colombiano, con el fin de analizar la situación de riesgo en la que se encuentra la joyería producida en esta zona del país, al tener que competir con la demanda de trabajos de orfebrería de otras regiones. En una segunda etapa del proyecto se hizo una residencia en donde los joyeros chocoanos Américo Murillo y Alirio Quintero trabajaron de la mano de la artista Consuelo Gómez y de las joyeras e investigadoras Juana Méndez y Camilla Laorni. Así, los artesanos intervinieron de formas innovadoras los materiales propios de la región, creando objetos que brindan una nueva aproximación al trabajo tradicional del oro.
La Batea, elaborada en madera con granos de oro, remite al mazamorreo o barequeo, técnica trabajada por pueblos indígenas y afro, consistente en extraer los metales que yacen en los lechos de los ríos mediante el lavado de las arenas en bateas. Al ser una técnica simple y efectiva, en la actualidad se crean grupos masivos de mineros artesanales, en su mayoría mujeres y niños, que lavan el oro durante los meses más secos del año: enero y febrero.
Aún desde épocas prehispánicas, el oro se ha extraído y trabajado en grandes cantidades. En ese momento, este metal se consideraba un material sagrado con el que las comunidades indígenas creaban gran cantidad de objetos ornamentales y ceremoniales. Más adelante, con la llegada de los españoles, el oro suscitó gran interés económico; su extracción se convirtió en una de las principales motivaciones para explorar y conquistar el continente.
En la primera etapa del periodo colonial, la mano de obra indígena fue fundamental para explorar minas de oro del Nuevo Reino de Granada. Con el tiempo se dio un incremento en las tasas de mortalidad de esta población, por lo que se decidió traer esclavizados de origen africano a las minas de Antioquia, Chocó, el alto Cauca y el Valle del Patía. De este modo se pudo seguir explotando este mineral. El oro obtenido gracias a este trabajo esclavo se convirtió en el principal producto de exportación del Nuevo Reino de Granada, situación que se mantuvo hasta mediados del siglo XIX.
Hoy, diversas comunidades de nuestro país consideran este elemento como un medio de subsistencia y de ahorro, una señal de distinción y elegancia e incluso un elemento usado en la preparación de remedios tradicionales, por ejemplo, aquel en que se sumerge oro en agua que luego se toma para aliviar diferentes dolencias. El barequeo, por su parte, es una tradición viva de la cual se desprenden conocimientos y representaciones sociales que se han reproducido por generaciones.